Hongo decorativo, completamente tallado a mano en madera de coigüe y roble. Destaca por su singular belleza y carácter único. Las maderas utilizadas pasan por un proceso natural de descomposición, lo que permite que distintos microorganismos interactúen entre ellos y con la madera, provocando reacciones que dan lugar a colores y manchas distintivas. Estas variaciones, influenciadas también por el paso del tiempo, la humedad y las condiciones propias del suelo del bosque, aseguran que cada pieza sea verdaderamente única, capturando la esencia y la historia de su origen natural.

Cada una de estas piezas es fabricada por Egon Muñoz, un artesano del sur de Chile que ha trabajado la madera durante más de 30 años. A través de sus obras, de distintas formas y colores, Egon trata de expresar su esencia y su origen en el sur de Chile, cercano al volcán Villarrica.

Muñoz trabaja con maderas muertas, rescatadas por él en ríos, lagos y bosques. También usa madera de un bosque de su propiedad, plantado por su padre. Esta conexión desde su niñez le generó una cercanía y atracción por la nobleza de la madera como materia prima.

La madera más elaborada, como tablas y tablones, la obtiene de productores locales que cuentan con Plan de Manejo Forestal otorgado por la Conaf. Esto asegura la correcta gestión de bosques y terrenos forestales, manteniendo la diversidad biológica, su productividad, su capacidad de regeneración y su vitalidad, protegiendo el suelo, el agua y los humedales.

Largo:10 Cm.
Profundidad:10 Cm.
Alto:18 Cm.

Cada pieza de esta colección es única. Al ser un elemento fabricado con materiales naturales, puede presentar variaciones de tono y forma con respecto a la imagen publicada.